martes, 15 de junio de 2010

lucha deliberacion nacional en america latina



Las autoridades de aquella época prohibieron a la prensa el dar noticias sobre las acciones tupamaras o mencionar su existencia. Los innombrables, como alguna prensa los denominó, comenzaron a ser conocidos fuera de Uruguay cuando se dieron a publicidad algunas acciones como la publicación de información financiera relacionada al manejo de dinero por ciertas empresas o particulares muy conocidos o —una de las más famosas— la incautación de un camión de una conocida empresa almacenera de entonces, cargado de víveres, que fue dejado en manos de los habitantes de una zona marginal de Montevideo.



Estas acciones dieron al MLN-T un prestigio fuera de fronteras que en algunos casos constituyó una leyenda con visos románticos, como es posible notar en alguna literatura contemporánea y posterior. En cambio, dentro del país el MLN-T despertó fuertes resistencias. En primer lugar y como era lógico, del sistema político tradicional, por entonces muy deteriorado por la crisis económica desatada desde 1955. Los políticos blancos y colorados condenaron la lucha armada, por más que algunos de ellos, como luego se comprobó, habían mantenido contacto secreto con los Tupamaros.



De esa época son los primeros documentos del MLN-T (Documento 1 y Documento 2).[4]



1968-1972: lucha armada



Operativo policial de búsqueda de integrantes del MLN-Tupamaros en la red cloacal de Montevideo.



Tras un periodo de calma, el MLN recrudeció su actividad guerrillera. Era la época del gobierno de Jorge Pacheco Areco, con un marcado autoritarismo. Así, en 1968 tuvieron lugar un ataque y voladura a la emisora de radio Ariel (colorada), el primer secuestro del presidente de UTE Ulysses Pereira Reverbel y un asalto al Hotel Casino Carrasco, con robo de varios millones de pesos.[2]



La izquierda parlamentaria, sobre todo el Partido Comunista del Uruguay, desautorizó en un principio a los Tupamaros en duros términos, pero luego hubo de hacerse a la idea de coexistir con ellos, debido al fuerte crecimiento que éstos tuvieron después de 1968, tanto en Montevideo como en el interior del Uruguay. No se sabe a ciencia cierta cuántos miembros activos tuvo el movimiento durante el período previo a la dictadura militar. Las fuentes históricas manejan cifras dispares, que van entre las 6.000 y las 10.000 personas.



Durante 1969 asaltaron la financiera Monty, el Casino San Rafael de Punta del Este (donde se alzaron con un botín de 70 millones de pesos) y tres sucursales bancarias. También irrumpieron en Radio Sarandí, en plena emisión deportiva donde el legendario Carlos Solé relataba un partido entre Nacional y Estudiantes de la Plata, y emitieron un comunicado. En junio, en ocasión de la visita del diplomático norteamericano Nelson Rockefeller, el MLN-T incendia las oficinas de la General Motors. En setiembre fue secuestrado el banquero Gaetano Pellegrini Giampietro, liberado 72 días más tarde mediante el pago de un rescate. Y el 8 de octubre tuvo lugar la toma de Pando por el MLN-T; murieron tres guerrilleros (Ricardo Zabalza, Jorge Salerno y Alfredo Cultelli), un policía (Enrique Fernández Díaz) y un civil (Carlos Burgueño).



Hacia 1970 la lucha armada se hizo de mayores proporciones, con lo cual muchas veces la policía se vio desbordada. Fue por esos días cuando el MLN-T llevó a cabo algunas de sus acciones más conocidas, como el secuestro y posterior asesinato en agosto de 1970 del funcionario estadounidense Dan Mitrione,[5] que había sido enviado como asesor para instruir a la policía y a los militares en cómo hacer un uso más racional y eficaz de la tortura,[6] en el marco de la United States Agency for International Development. Este hecho histórico es la base del guión cinematográfico de la película de Costa-Gavras État de Siège (Estado de sitio en su versión española). También continuaban los atentados contra objetivos civiles como el bowling de Carrasco en setiembre.



Otro evento destacado fue la fuga del penal de Punta Carretas en 1971, una de las mayores fugas carcelarias de la historia, en la que escaparon más de cien detenidos.

Aunque su accionar estaba enfocado principalmente en la lucha armada, algunos de sus integrantes crearon un brazo político para las elecciones presidenciales de noviembre de 1971, el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, que formaba parte de la naciente coalición de izquierdas Frente Amplio (fundada en febrero de 1971). En unas elecciones acusadas de fraudulentas por el Partido Nacional que recibiría el 40,1% de los sufragios, el Frente Amplio obtendría el tercer lugar con el 18,6%, saliendo triunfante el Partido Colorado con el 40,3%, debido a los intentos reeleccionistas del presidente Jorge Pacheco Areco

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